Primeras imágenes
No hace demasiado, comentaba que había cambiado de manera radical el acuario para volver a ser un feliz aficionado al acuario africano, concretamente al acuario africano del Tanganyica. Podría haber escogido Malawi, algún fluvial, Victoria, pero de todos ellos de nuevo me volvió a atraer el Lago Tanganyica.
Todo sería perfecto para esa pareja si no fuera porque los dos Altolamprologus compressiceps, en teoría "Red fin", han ocupado la zona rocosa, o mejor dicho uno de ellos la ha ocupado y el otro se intentar refugiar allí mientras de vez en cuando es acosado. Acosado por su compañero de especie, pero también acosado por la pareja de L.similis, ya que no le dejan pasar ni un centímetro la línea imaginaria de su territorio. Esta claro que para los L.similis lo que a priori era el sitio perfecto se va a convertir en la cacería perfecta para los Altos.
No hace demasiado, comentaba que había cambiado de manera radical el acuario para volver a ser un feliz aficionado al acuario africano, concretamente al acuario africano del Tanganyica. Podría haber escogido Malawi, algún fluvial, Victoria, pero de todos ellos de nuevo me volvió a atraer el Lago Tanganyica.
Dispuesto a convertir mi acuario en un trozo de lago hice lo necesario y el resultado fue este, y digo fue porque a los visitantes no pareció gustarles demasiado o por lo menos prefirieron hacerse el sitio más a su gusto.
En la actualidad cuento con una pareja de L.similis, ellos han ocupado la parte delantera derecha (en la imagen) y han realizado intensas excavaciones donde se encuentran sus conchas, es una zona interesante porque está protegida por las rocas que les otorgan cierta cobertura. Pasan el día sacando arena hacía el exterior, tanto el macho como la hembra.
Todo sería perfecto para esa pareja si no fuera porque los dos Altolamprologus compressiceps, en teoría "Red fin", han ocupado la zona rocosa, o mejor dicho uno de ellos la ha ocupado y el otro se intentar refugiar allí mientras de vez en cuando es acosado. Acosado por su compañero de especie, pero también acosado por la pareja de L.similis, ya que no le dejan pasar ni un centímetro la línea imaginaria de su territorio. Esta claro que para los L.similis lo que a priori era el sitio perfecto se va a convertir en la cacería perfecta para los Altos.
Por último y deambulando por la mitad izquierda del acuario, tanto delantera como trasera se encuentran los dos L.ocellatus var. gold, que conviven relativamente bien con los Altolamprologus, gestionan su territorio sin demasiada insistencia y entiendo que deben de ser del mismo sexo (porque interaccionan poco y mal, aunque aún son demasiado pequeños para asegurarlo).
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