Ayer hice una excursión muy interesante a la Fageda d'en Jordà, una de las 25 reservas naturales del Parque Natural de la zona volcánica de la Garrotxa.
Este bosque de hayas, es algo peculiar, ya que crece a 550 metros de altitud y en territorio volcánico en una zona muy húmeda donde el suelo es rico y fértil y que por sus características drena bastante bien.
Nos encontramos ante un paisaje efímero pero recurrente, pues cada año, en otoño las hayas empiezan su senescencia foliar, y es entonces cuando tiñen de rojos y ocres el suelo, creando un manto de tremenda belleza pero con amplias implicaciones en el lugar.
En este bosque pude ver hayas obviamente (fagus Sylvatica de las que cogí alguna semilla), pero también Boj (Buxus sp.), hiedra (Hedera helix), Castaños (Castanea sativa), Robles (Quercus faginea), e infinidad de líquenes, musgos y helechos.
De todas ellas, en esta entrada voy a rescatar una, quizás la más efímera pero también la más desconocida por lo menos por mi, miles de hifas de todas las condiciones han llegado a la época de dispersión, unas solitarias, otras ecto y endomicrorizando las raíces del bosque, ahora el manto de hojas deja entrever pequeños destellos de color, en forma de setas, algunas tóxicas, otras nutritivas, pero todas ellas curiosas.
Hablo del reino de los Hongos.
Caprichos de la naturaleza.
Textos y fotografias de Carlos García Pérez.
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